viernes, 26 de octubre de 2007

"Me llamo Máximo Décimo Veridio"

Desde Blade Runner, Rydley Scott nos tenía a todos sus aficionados decepcionados. Sólo La teniente O'Neil y Thelma y Louise consiguieron adecentar un poco la producción cinematográfica del director. Pero al final, su empeño y maestría se hicieron ver de nuevo con el estreno de Gladiator.


Sinopsis

La película abre el telón con una espectacular batalla en las fronteras germanas. Allí conoceremos al general Máximo Décimo (Russell Crowe) demostrando sus prodigiosas facultades bélicas. La victoria de los romanos consolida la autoridad del general, quien no tardará en ser designado por el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) como su sucesor, en perjuicio de Cómodo (Joaquin Phoenix), su propio hijo. Cómodo, celoso de la predilección que tanto su hermana Lucilla (Connie Nielsen) como su padre muestran hacia Máximo, asesina al anciano Marco Aurelio y ordena ejecutar al general y a su mujer e hijo, tras lo cual se proclama nuevo emperador. Máximo, gracias a una improvisada proeza defensiva, logrará escapar de la muerte. No así su mujer y su hija.

Capturado por unos mercaderes de esclavos, Máximo es vendido al lanista Próximo, quien convence al antiguo general para que luche como gladiador, lo que le permitirá ganarse el favor del público y llevar a término sus ansias de venganza. Sus habilidades como guerrero lo llevarán hasta el emblemático Coliseo, donde se reencontrará con Lucilla y con Cómodo.



Crítica

Nadie puede quitar despreocupadamente a esta película el mérito que se merece. Son muchos los puntos a su favor, aunque también -y creo que conviene señalarlo- cae en algún que otro error sustancial.

Sin duda, desde el primer fotograma resultan cautivadoras la planificación visual y la banda sonora (Hans Zimmer) -algo, por otra parte, cotidiano en la filmografía de este director-. Veinte minutos bastan y sobran para presentarnos a Máximo como un verdadero héroe. Rydley Scott sabe combinar, además, sobrecogedoras escenas de acción con interesantes planos-secuencia que conforman una batalla sencillamente excepcional.

Los efectos especiales, la ambientación, la recreación histórica... Todo eso son alicientes que sumergen al público en una historia majestuosa donde las haya. Dos horas de metraje sirven para navegar por las grises tierras germanas, los áridos parajes africanos y la imponente capital romana.

El guión es, en mi opinión, la nota más conflictiva del filme. La historia está bien narrada, no introduce líneas argumentales vacías ni se deja cabos sueltos. Incluso mantiene un ritmo narrativo que muy pocas veces decae. Sin embargo, el personaje de Máximo está poco trabajado. No evoluciona. Es exactamente el mismo al principio de la pecula que al final. Sus sentimientos patrióticos del inicio son, efectivamente, más tarde transformados en una irrefrenable pasión de venganza, pero nunca vemos al protagonista retractarse o arrepentirse. Y tal actitud contrasta bastante con la caracterización de Joaquin Phoenix, el antagonista, que resulta soberbia: logra despertar en el espectador un sentimiento de animadversión especialmente pronunciado. Con Máximo, en último término, nos emocionamos al verle luchar, pero no al verle dialogar.

El componente histórico constituye otro factor que va en detrimento de la calidad del filme. Apenas unos mínimos conocimientos de la historia de Roma sirven para cuestionar el uso y abuso que los ordenadores hacen para la recreación histórica: es prácticamente imposible creer que la ciudad que fundaran Romulo y Remo coincidiera con la que se nos muestra a golpe de píxel. El impacto visual va en menoscabo, eventualmente, del rigor histórico. Scott se ha servido, por supuesto, de clásicos como Espartaco o La caída del Imperio romano para dotar a la historia de una estructura verosímil y atractiva. Una vez más, los grandes maestros transmiten a sus discípulos -al margen del tiempo- la importancia del estilo y de la narración.



Para la publicación de esta entrada he recurrido al buscador
Open Directory Project (a través de "Arts"> "Movies"). El resto de posibilidades ofrecían menos y peores enlaces. En cuanto al buscador, y señalando en la búsqueda avanzada "crítica de Gladiator", los realmente eficaces han sido Yahoo! y Alltheweb, cuyos resultados coincidían en número y en calidad. El resto de alternativas (Ask, Altavista, Msn) daban un listado de páginas muy genéricas. Clusty ha resultado ser el mejor metabuscador para mi entrada. A partir de la frase exacta "crítica de Gladiator", Clusty me ha permitido acceder a 359 resultados, muchos más que Search (¡decepción!), Dogpile, Webcrawler o Metacrawler. Finalmente, Buscopio me ha facilitado la utilísima página http://www.cinemaspop.net/buscador-cine.html.

3 comentarios:

El orejas dijo...

Buenas como va eso, soy Guillermo Rivas del bolg http://cinemascope35.blogspot.com/ que se dedica a haceros la competencia en materia de cine. Me ha gustado mucho tu entrada sobre gladiator y el resto de entradas que hablaban de música, está quedando un blog interesante.
Os invito a que visiteis igualmente nuestro blog y como dicen por ahí podemos crear enlaces entre nuestros blogs para tener más peso en google.

Un saludo

El orejas dijo...

Bueno ya esta exo aora solo teneis q enlazarnos

W. dijo...

Lo acabo de hacer. Gracias.